
No había una vez en Simañanatusuelosagrado, ni otra vez, ni otra…. Casi nunca había. Cada vez había menos comida en las mesas. Se padecía hambre. El nombre del lugar que, aunque no es inusual en donde se hablan más de veinte idiomas, aludía a un futuro que nunca llegaba y a su perpetuo presente, caracterizado por unas preciosas miniaturas llamadas tortillas y panes, que solo le provocaban risa al hambre. Era una larga época de desaparición forzada de la ternura, en la que se había proscrito el amor y ejecutado extrajudicialmente la esperanza.
Nuestro Himno Nacional, uno de los símbolos que nos representa ante el mundo, tiene un significado especial, un recorrido por nuestra historia patria: La primera parte narra la era colonial, la segunda cuenta la época de la independencia, y la tercera describe los retos que tenemos los guatemaltecos como patria y nuestros deseos de superación, de vivir en paz y democracia con plena participación de todos, amando y respetando a nuestra tierra y sus grandes riquezas naturales.
Lo cual indica que para evitar herir susceptibilidades de parte de España fue que se hizo la modificación de la letra de nuestro Himno, valiente independencia la nuestra, pero en fin, esto ha sido de siempre en nuestro país.
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