
La colección principal está formada por piezas de la vestimenta y diversos tejidos de carácter utilitario y ceremonial usados por la población indígena de Guatemala desde finales del siglo XIX hasta hoy en día. Son importantes señas de su identidad étnica y de sus variantes municipales o regionales. Son testimonios de valor histórico, etnográfico, técnico y artístico, derivados de una importante expresión de la cultura maya en constante transformación, cuyos orígenes se remontan a la era prehispánica. Las piezas provienen de 156 comunidades, que comprenden 126 municipios y 30 aldeas, situados en 17 departamentos de Guatemala en la región del Altiplano.
Integran la colección gran variedad de prendas de uso cotidiano y ritual, en su mayoría usadas por adultos.
Entre las piezas femeninas hay huipiles o blusas; sobre huipiles; cortes y morgas o faldas; cintas de cabeza; tapados; rebozos o perrajes; velos; delantales y fajas. Entre las masculinas hay pantalones y sobre pantalones; camisas; fajas; calzoncillos; ponchos; ponchitos; rodilleras; sacos; capixayes; cotones, chamarras y capas. Hay diversos su’ts o paños que usan tanto mujeres como hombres para varios propósitos. Sirven como prenda de abrigo, para llevar niños o transportar mercancías, como signo de reverencia para asistir a misa o procesiones, o para portar candelas o insignias u otros objetos rituales. Están las servilletas y los manteles, además de prendas destinadas a vestir o adornar imágenes de santos, vírgenes y crucifijos, tales como huipiles, sobre huipiles, camisas, mangas, gorras y bandas. Y por último, forman parte de la colección los morrales o bolsas hechas de algodón, lana y henequén; sombreros; sandalias, listones y adornos como collares, chachales (un tipo de collar con monedas, dijes, cruces), anillos, entre otros.