
Para los 15 de septiembre, en Guatemala se acostumbran los desfiles de bandas escolares por el centro historico de la ciudad capital, empezando estos a las 5 a.m. y finalizando casi a llegando la noche.
Llueva, truene o relampaguee, estas bandas desfilan a lo largo de una arteria principal, dando comienzo desde unas de las partes laterales de la casa de gobierno, con el fin de pasar y hacer honores a la bandera frente al antiguo 'Palacio Naciona' ahora conocido como Palacio de la Cultura.
Hay argumentos válidos de todo tipo, a favor del desfile, en contra del mismo, infinidad de razones por las que se debería eliminar, y otra infinidad por las cuales continua. Todo eso está muy bien, y no pienso entrar en esa polémica. Estoy de acuerdo con mucha gente que quiere eliminar el desfile y estoy de acuerdo con mucha gente que quiere que el desfile se realice cada año. Hoy en día somos una sociedad mucho mas civil que hace 20 años por ejemplo, y eso muchas veces hace que este tipo de actividades choque con la mentalidad de gran parte de la población, pero así como tiene sus detractores también tiene sus partidarios. Puedo decirles que el desfile no tiene nada que ver con patriotismo, civismo ni nada. Es simplemente una actividad física con características particulares. No se aprende a querer a la patria con un uniforme de gala y gastando zapatos por las calles del centro de la ciudad. No se manifiesta nuestra nacionalidad dándole a los tambores.
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